Manos delicadas
(masculinas o femeninas es algo que nunca sabremos) esculpieron esta
pequeña figurilla, que sin saberlo, buscaba asombrar a las
generaciones futuras por su perfección. Este mamut de arcilla fue
tallado hace unos 25.000 años y además de su belleza plástica,
poco más podemos conocer de él. ¿Un ídolo?, ¿un amuleto?, ¿un
juguete?. Modelado al calor de la hoguera, mientras los chiquillos
corretean por la cueva y los mayores narran historias atemporales.
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