lunes, 30 de noviembre de 2015

REGRESO A SIRMIÓN.



Sirmión, joya de penínsulas e islas,
bañada por los dos Neptunos
con lagos cristalinos y ancho mar,
¡con qué placer y alegría vuelvo a verte,
cuando me parece mentira haber dejado atrás
las llanuras de Bitinia y volver a verte sano y salvo!.
¿Hay mayor felicidad que estar libre de preocupaciones,
cuando el alma deja su carga y, fatigados
de un largo viaje, llegamos a nuestro hogar
y descansamos en nuestro añorado lecho?
Este único placer compensa todas las fatigas.
¡Salud, querida Sirmión, alégrate con tu dueño!
¡Alegraos también vosotras, aguas cristalinas del lago,
y reid cuantas risas haya en casa!

Catulo, Poesías, 31.

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