Toda la fuerza felina concentrada en una piedra. De la historia de Mesopotamia solo nos han quedado piedras. Pero !qué piedras¡. Que forma de transportarnos al pasado y captar el alma de aquellos que le dieron forma con martillo y cincel. Conocer la sociedad y la cultura que alumbró piezas maravillosas como esta. Una belleza mágica subyace en estos objetos, que sugieren mucho más de lo que cuentan.
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