Los antiguos árabes,
aquellos que llegaron y vivieron en la península Ibérica, que
dieron forma a una exquisita cultura, profesaban especial devoción
por la Naturaleza y sus elementos, vegetación, agua y animales, rara
vez faltan en sus espacios construidos. Este surtidor de fuente,
procedente de la ciudad palaciega de Medina Azahara, de época
califal, representa a un animal cuadrúpedo, que ha sido identificado
con una cierva, una de las criaturas más gráciles de nuestros
bosques. Una pieza de magnífica elaboración, prácticamente hueva y
que surtiría de agua una fuente a través de su boca, presenta una
superficie decorada utilizando las técnicas del grabado y el dorado.
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