domingo, 21 de junio de 2015

VLAD DRÁCULA ENCARCELADO EN LAS ENTRAÑAS DE BUDAPEST.



El terrible voivoda valaco, Vlad III, caído en desgracia, pasó un tiempo como rehén del rey Matías de Hungría. Un tiempo que se prolongó más de una década. Los verdaderos motivos solo podemos suponerlos, algo hizo Vlad, que enojó a su antiguo aliado y protector.


Aunque muy posiblemente viviría en una auténtica jaula de oro, a las mentes más escabrosas, les gusta imaginarlo sometido a las más terribles torturas y vejaciones. En el subsuelo de la colina donde se asienta Buda, existe un húmedo y oscuro laberinto, y una tradición apócrifa cuenta que el Empalador pasó parte de su cautiverio encerrado en él.


Una auténtica ciudad subterránea recorre Buda por el subsuelo.



Resulta muy complicado reconstruir la historia de Vlad el Empalador, prisionero en Buda y convertido en un vampiro de leyenda. En 1462 Drácula fue encerrado en las mazmorras localizadas en las cuevas que se encontraban en el interior del Distrito del Castillo. (Las noticias coetáneas sobre el prisionero son poco fiables). Sabemos, por noticias de la historia local, (a ciencia cierta) que en tiempos de los Hunyadi, las cuevas no solo eran utilizadas para encerrar a prisioneros, sino también como cámara de tortura. ¿No tuvo suficiente Vlad con sufrir tormento en Turquía, que también padeció terribles torturas en suelo húngaro?.  


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