jueves, 25 de junio de 2015

ÍDOLO OCULADO DE EXTREMADURA.



El mono desnudo, como acertadamente lo bautizó Desmond Morris, abandonó el bosque, se internó en la sabana y en su viaje descubrió la piedra e inventó dioses. Con el tiempo aprendió a transformar la piedra a imagen y semajanza de esos dioses. Los ídolos, llamados oculados, bien pueden representar a uno de esos dioses. La representación de esos enormes ojos es el elemento común que caracteriza a este tipo de figurillas, unificadas bajo el concepto de oculados. Otros rasgos pueden corresponder al pelo y a un posible tatuaje facial. Las circunstancias del hallazgo no han permitido determinar su procedencia exacta, y a pesar de ser conocido como "Ídolo de Extremadura", la concentración de piezas similares hacen suponer que apareciese en la cuenca del Guadalquivir. Pese a tratarse de un representación asexual, se ha relacionado con divinidades femeninas o encarnación de la muerte, vinculada a las creencias centradas en el culto a la fertilidad practicado por los miembros de sociedades agrarias protohistóricas. Mientras miro fijamente al fondo de los ojos de esta figurilla tratando de captar su esencia no puedo dejar de preguntarme si es posible que algún primate pariente haya inventado también sus propios dioses.  

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