sábado, 11 de abril de 2015

LA DAMA ROJA ¿UNA PRINCESA DE LA PREHISTORIA CANTÁBRICA?.



Hace 19.000 años vivió en Cantabria una mujer muy especial para su grupo. Tan especial era, que cuando murió celebraron un funeral y la sepultaron con honores. Sus huesos fueron impregnados con ocre, una lápida cubría el enterramiento y depositaron flores en su tumba, alrededor de la cual se encendieron algunas hogueras. Los investigadores que estudian el hallazago la bautizaron como "la Dama Roja".

En el año 2010 el equipo de excavación que trabajaba cerca de Altamira, en la Cueva del Mirón, que además de ser un importante yacimiento paleontropológico, presenta también algunas muestras de arte pictórico, como un caballo y un bisonte, descubrieron el primer enterramiento del Magdaleniense hallado en España. ¿Qué pueden contarnos estos huesos sobre la vida del Paleolítico Superior?. La primera impresión de los expertos es que debe tratarse de una mujer importante para el grupo teniendo en cuenta el tratamiento que fue aplicado a su cadáver.

Las gentes del Magdaleniense vivían en pequeños grupos de 20 a 30 individuos y buscaban refugio y protección en las cuevas del Norte de España. La mujer tenía entre 35 y 40 años en el momento de su muerte y era miembro de un grupo de cazadores-recolectores. El cuerpo de la Dama Roja fue objeto de un complejo tratamiento funerario descrito para otros yacimientos de la época fuera de España. Primeramente dejaron descomponer su cadáver al aire libre, y después, antes de enterrarla, impregnaron sus huesos (mandíbula, tibia, varias vértebras y costillas, falange, parte del cráneo) con ocre, obtenido a partir de óxido de hierro. El ocre utilizado no era autóctono, tuvieron que transportarlo desde otro lugar, otra muestra más del esfuerzo que el grupo tuvo que realizar para organizar el enterramiento. Los huesos se depositaron contra una pared y fueron cubiertos con un bloque de piedra caliza. Se han encontrado restos de polen, señal de las flores que se depositaron en la tumba. Un perro o un lobo profanó la tumba y mordisqueó una de las tibias. Posteriormente volvieron a ser colocadas en su sitio. En la tumba faltan el cráneo y otros huesos grandes que pudieron ser trasladados a otro lugar por motivos rituales.

La piedra que cubre la tumba aparece con grabados, entre los que parece distinguirse un triángulo o una "v", abstracción simbólica de la vulva. Llegados a este punto la imaginación se dispara ¿pudo esa piedra ser una lápida?. Para los investigadores resultará muy difícil probar la relación entre los grabados y el enterramiento, aunque hay quien se aventura a hipotetizar, que el triángulo grabado señala que allí está enterrada una mujer.

En este periodo del Paleolítico, los grupos de cazadores-recolectores utilizaban el ocre para todo tipo de actividades. Por ejemplo las cuevas de Altamira y Lascaux fueron pintadas con esta sustancia. La costumbre de pintar cuerpos, con un sentido estético y posiblemente funcional (se usaba como conservante o aglutinante) es anterior al Magdaleniense, los prehumanos ya la practicaban. Este color rojo, muy parecido a la sangre, pudo simbolizar la vida y la muerte, y el uso del pigmento implica que formaba parte de un ritual de enterramiento. Por tanto, podemos inferir, que estas gentes tuvieron creencias espirituales, quizás relacionadas con un más allá. Probablemente el descarnado y posterior pintado de los huesos sea una forma de prepararse para el gran viaje.

La Dama Roja seguía eso que ahora está de moda "la dieta paleolítica". Según las pruebas dentales, el 80% de su alimentación consistía en carne de animales terrestres, correspondiendo el 20% restante a peces de mar. También consumía semillas y setas.

Por otro lado los expertos están a la espera que el análisis de ADN pueda aportar nuevos datos sobre las actuales poblaciones del Norte y Noroeste de Europa. Svante Paabo, investigador del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania) dirigirá el equipo que analizará el ADN extraído de la Dama Roja, y esperan confirmar algo que ya se sospecha, que estos habitantes del sur de Europa, repoblaron el Norte del continente cuando se retiraron los hielos. Estudios anteriores han demostrado que en la Península Ibérica se refugiaron los ancestros de los salmones que actualmente tienen su hábitat en el Mar del Norte y el Báltico.

Esta forma de enterramiento no era usual durante el Paleolítico y no se tiene muy claro que es lo que hacían con la mayoría de los difuntos, aunque es seguro que no los inhumaban en cuevas. Lo más probable es que fuesen expuestos al aire libre, aunque no existe pruebas concluyentes sobre ello.Si a unas personas las entierran con esmero y a otras no, es que algunos individuos, por la razón que fuese, deberían ser más importantes que otros.

¿Por qué esta mujer es tratada con cierta veneración y el resto de congéneres ni siquiera posee una tumba?. La arqueología tiene la romántica capacidad de presentar como un gran misterio, aquello que simplemente se ignora.

Las bandas de cazadores-recolectores que pululaban por nuestra prehistoria eran sociedades igualitarias y carecían prácticamente de cualquier tipo de jerarquización social. No obstante existían algunos individuos que gozaban de cierta ascendencia sobre sus congéneres.

Para los investigadores, la Dama Roja, pudo ser una líder o una especie de princesa. Según Lawrence de Guy Strauss "ella estaba en un área a la derecha de la cueva, donde las personas vivían, no estaba escondida. Esta persona, cuando murió era una especie de presidenta de las actividades de su pueblo". Los antropólogos que definen estos grupos de cazadores-recolectores, plantean la existencia de líderes ocasionales, por ejemplo para dirigir una partida de caza, o diseñar una estrategia, que dejaban de serlo una vez que concluía la acción realizada. Nuestra Dama Roja bien pudo ser una de estas personas. Se puede sugerir también la organización matriarcal de estas sociedades, y seguir alimentando un polémico, que las personas que enterraron a la mujer tuviesen una fuerte conexión emocional con ella, o que ella misma fuese una persona excepcional por el motivo que fuese.

Los habitantes de la Península Ibérica han adorado a las mujeres desde tiempos ancestrales. La Gran Madre, principio femenino, ha sido objeto de veneraciòn desde la época en que los grupos paleolíticos buscaban refugio con las cuevas y abrigos rocosos. La Dama Roja, bautizada de forma sensacionalista en este blog como "Princesa de la Prehistoria" bien pudo ser una de esas mujeres. Atávica devoción por la mujer (a la que por supuesto nos adherimos).



La vida de nuestros ancestros está llena de misterios para nosotros. Unos enigmas, cuyas soluciones, podemos encontrar en el mundo que nos rodea (incluso dentro de nosotros mismos). ¿Por qué determinados individuos han sido favorecidos con un tratamiento especial, particularmente en una época en que los procesos de jerarquización social no estaban claramente definidos?. Pensamos que existen determinados hombres y mujeres, cuya personalidad impregna (por el motivo que sea) a todos los que le rodean, auténticos líderes naturales que ejercen su influencia en los diferentes ámbitos de actuación social.

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