lunes, 27 de abril de 2015

HUBA



Aguerridos, fuertes, de robustos miembros, magníficos jinetes de miradas encallecidas. Así debían ser los magiares que recorriendo centenares de kilómetros antes de conquistar la llanura Panónica, su tierra prometida. Uno de los jefes fue Huba, cuya montura tiene un aspecto terrorífico, con una cornamente de ciervo (animal totémico para los pueblos de las estepas) alrededor de la cabeza.


Arpad, el caudillo supremo de estos magiares, encargó a Huba la conquista de las tierras septentrionales de Hungría. Huba acompañado de otros jefes, Szoard y Kadocsa, tomaron las poblaciones cercanas a Nitra (hoy Eslovaquia). Los arqueros a caballo húngaros fueron una desagradable sorpresa para los eslavos, que poco pudieron hacer para evitar la derrota.  


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