jueves, 4 de diciembre de 2014

GRAOULLY, EL DRAGÓN DE METZ



Nuevamente el dios pagano vencido por un monje cristiano. Cuenta una leyenda que en el anfiteatro de la ciudad de Metz residía Graoully, un fiero dragón superviviente de los antiguos tiempos paganos de la supersticiosa Europa y que aún aterrorizaba a los piadosos cristianos. Para desterrar por siempre la falsas creencias ancestrales, Clemente, primer obispo de la ciudad, expulsó al dragón de la ciudad obligandole a vagar por páramos desiertos donde no pudiese seguir haciendo daño. Con el tiempo Graoully se convirtió en un símbolo de Metz, y a partir del siglo XI era incluso venerado en las procesiones celebradas durante las rogaciones.  

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