Cuerpo débil, pero mente
brillante. Colomán, llamado "el Bibliófilo" reinó con
éxito en Hungría, desarrollando una fructífera actividad
legislativa, abriendo el reino a las influencias culturales de
Occidente y ampliando las fronteras gracias a sus conquistas en
Dalmacia.
Nadie apostó por él,
por eso, cuando murió San Ladislao, rey de hungría, el elegido para
sucederle fue su sobrino Álmos (conocido como el Ciego), que se
había preparado en el oficio de las armas y había ejercido de
regente en Croacia.
Colomán (Könyes
Kálmán) más débil físicamente, jorobado y malformado si hacemos
caso a las malas lenguas, fue educado para servir a Dios. Enviado a
un monasterio llegó a convertirse en hombre de gran cultura, y
aunque desconozcamos el como, el caso es que Colomán, el debilucho
Colomán, fue capaz de destronar a su hermano Almos y sentarse en el
trono de los magiares. Como compensación Almos fue nombrado duque
del Principado de Nitra.
Hombre versado y muy
práctico, Colomán continuó con la labor legislativa de San Esteban
y San Ladislao, y redactó cinco códigos de leyes con la ayuda
inestimable del Consejo Real y de los Concilios.
Mas los celos
fraternales son difíciles de tratar, y Almos regresó a por lo que
él consideraba suyo. En dos ocasiones intentó derrocar a su
hermano, pero en las dos ocasiones fracasó. Colomán ordenó
cegarlo, incluyendo en el castido al hijo de Almos, Bela. Incapacitar
a la gente de esta manera tan brutal era moneda corriente en la Edad
Media. Luego le arrebató el Principado de Nitra (significó su fin)
y enclaustró a ambos en un monasterio.
A pesar de su fama de
hombre con malformaciones físicas, Colomán también desempeñó una
más que aceptable carrera militar. Aprovechó el ejército que su
tío Ladislao había preparado para acudir al llamamiento de Cruzada,
y lo utilizó para subyugar Croacia, de tal manera que consiguió
extender su autoridad sobre las principales ciudades de Dalmacia,
Zadar, Spalato y Ragusa, y de paso proteger la región de las
apetencias venecianas.
Colomán contrajo
matrimonio con Felicia de Sicilia, la hija de Roger I de Altavilla, y
fruto de esta unión fue su sucesor Esteban (II). Tras la muerte de
su primera esposa, Colomán volvió a casarse, esta vez con Eufemia
de Kiev, la hija del Gran Príncipe Vladimir II Monómato.
La ciudad de Budapest
recuerda a su rey Colomán en la Plaza de los Héroes.
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