martes, 2 de septiembre de 2014

ZYTLOGGETURM. LA TORRE DEL RELOJ DE BERNA.



Uno de los elementos característicos de las ciudades medievales era la existencia de murallas y torres. En ocasiones, las puertas abierta en la muralla solían estar protegidas por una torre. En Berna, la bellísima capital de Suiza, la famosa torre del reloj funcionó como puerta occidental de la ciudad entre 1191 y 1250. Este año de 1250, y tras haber aumentado el perímetro de la ciudad, la Käfigturm, (torre de la prisión), sustituyó a la Zytgloggeturm como puerta.


Los destructivos incendios también fueron habituales durante la Edad Media, pues no olvidemos que la mayoría de las estructuras eran construidas con madera. Berna, en 1405, sufrió un devastador incendio y poco después se procedió a la reconstrucción de la torre señera de la capital de Suiza. Más tarde la torre fue utilizada como cárcel para prostitutas.


Lo más llamativo de la torre, y el elemento que le da nombre, es el enorme reloj astronómico obra de Caspar Brunner que lo realizó entre 1527 y 1530. El diseño y construcción de esta maravilla mecánica permitió a su autor situarse en las capas sociales más altas de Berna.


Varias figuras, entre ellas varios osos y un gallo inician su procesión unos minutos antes de dar las horas en punto. Los osos son el símbolo de Berna y el gallo, que canta tres ocasiones antes de la hora, recurda las tres veces que Pedro negó a Jesús.




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