Caminaba el apóstol Santiago por estas tierras de Celtiberia, tratando de evangelizar a los duros habitantes del interior peninsular, cuando en un momento de fatiga y desilusión, muy cerca de Cesaraugusta, se le apareció encima de un pilar de piedra la Virgen María para insuflarle ánimos, iniciándose así el culto y la devoción a la Virgen del Pilar. Siglos más tardes ingenieros del Barroco elevaron a los cielos esta mastodóntica basílica dedicada a la advocación mariana que recibe a diario la visita de miles de devotos creyentes .
No hay comentarios:
Publicar un comentario