domingo, 30 de marzo de 2014

TORO DE PLAZA SAN MARTÍN



Un animal vinculado con los cultos de la fertilidad, sin duda, uno de los animales totémicos de la Península Ibérica. 


Los orificios que presentan algunos verracos en la parte alto frontal de la testa siguen siendo objeto de diversas interpretaciones. Hay quien piensa que pudieron servir para encajar una cornamenta de material perecedero.

Junto al jabalí de la Plaza San Martín, y siempre según Colmenares, se encontraba este toro de granito. Ambos siguieron el mismo camino y vicisitudes desde sus emplazamientos hasta el museo. 

El que ambas esculturas zoomorfas se hubiesen instalado en lugares emblemáticas de la ciudad, en una fecha que se nos escapa, quizás haya que ponerlo en relación con la imagen que de ellos tenían la nobleza. 


Los nobles castellanos pensaban que estos verracos debieron estar vinculados con las élites guerreras de los pueblos prerromanos y quisieron apoderarse de estos símbolos. Sin descartar tampoco que viesen en ellos elementos mágicos y propiciatorios. 


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