lunes, 17 de marzo de 2014

EL CAMPO DE CALATRAVA



Hace mucho, mucho tiempo, que comenzó la historia de esta comarca, conocida como Campo de Calatrava. Una época en la que la Media Luna controlaba aún buena parte de la Península Ibérica. A orillas del Wad - Anas los musulmanes construyeron una fortaleza para controlar los caminos que se dirigían a Levante y bajaban hacia el sur. Pero sobre todo para poder controlar la imperial Toledo. Esta fortaleza fue bautizada como Qal'at Rabash. 

Pero corren tiempos duros. Aguerridas tropas cristianas van arrebatando poco a poco todas las piezas de un gigantesco puzzle que conocemos con el nombre de Al Andalus. Motivado por su excelente situación estratégica, el rey Alfonso VII toma, y ocupa, la plaza en 1147. En un principio, el rey de León y Castilla encarga su defensa a los caballeros templarios. Transcurrido un breve lapso de tiempo, y ante la escasez de medio con que contaba el Temple en tierras ibéricas y la incapacidad para cumplir con su cometido como es debido, los templarios deciden devolver la fortaleza al rey. 

Y en este punto, comienza la historia castellana y cristiana. El rey Sancho III, ante la acuciante necesidad de defender tan imprescindible plaza fuerte, ofrece la villa (y todas las propiedades adyacentes) a cualquier valiente dispuesto a mudarse a esta conflictiva tierra de frontera y se hiciese cargo de sus defensa. La oferta no parecía tener gancho suficiente, y ni nobles, ni caballeros, respondieron a la solicitud. 

Convento Castillo de Calatrava la Nueva, sede de la Orden
Y tuvo que ser un fraile. Otra vez la Iglesia. Que allá donde ve negocio (en oro y en almas) acude siempre presta. Fue un clérigo quien dio un paso al frente y acepto tan interesante (y lucrativo) reto..Fray Raimundo, abad del monasterio de Fitero, envalentonado por las palabras de ánimo de otro fraile amigo, fray Diego Velázquez, se hizo cargo de la fortaleza. Y defendiendo la fortaleza un grupo de monjes-guerreros fundaron la Orden de Calatrava. Y tal fue su fama y poder, que terminaría dando nombre del Campo, la Comarca y a muchos pueblos que se extendían por él. 

Con el tiempo, Almagro se convirtió en sede de la Orden, y por tanto, capital de todo el Campo de Calatrava, y por ello mantuvo una durísima pugna con Ciudad Real, único lugar de la comarca que no pertenecía a la Orden, sino directamente a la Corona. 


No sé que esconde la Mancha bajo sus suelos terrosos, sol abrasador y llanuras inabarcables. Una llanura como el mar, con un horizonte que casi puedes tocar, mas se torna inalcanzable. Siempre que piso estas tierras siento algo, no son los paisajes más bellos de la tierra, pero algo tienen, aquí me siento un Quijote bohemio sin patria, ni más destino que mi corazón.

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