Ramón de Bonifaz y Camargo, primer Almirante (y fundador) de la Marina Real de Castilla, sostiene en su mano las cadenas, que unían la Torre del Oro con el barrio de Triana y cerraban el paso por el Guadalquivir a las naves cristianas, y que tras pugnar duramente en una larga batalla, consiguió arrancar.
La flota dirigida por Ramón de Bonifaz tuvo un papel decisivo en la conquista de Sevilla, durante la campaña liderada por Fernando III, y cuya acción más decisiva fue la ruptura del puente-barrera que se extendía de Sevilla a Triana y que suponía un serio obstáculo para los ejércitos cristianos. Sus marineros eran hombres procedentes del norte, de las Cuatro Villas de la Costa; Laredo, Santander, San Vicente de la Barquera y Castro Urdiales.
Tras la conquista de Sevilla, el rey Santo vio la necesidad de contar con un flota propia y fiel, y ordenó a Ramón de Bonifaz, organizar la Marina Real de Castilla, de la que además, fue primer Almirante.
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