A medio camino entre
Skhödra y Krujë, en la llanura albanesa, el castillo de Lezhë
vigila atentamente la antigua Catedral de San Nicolás, convertida en
mausoleo de Skanderbeg.
Situada a orillas de un
estrecho tramo del río Drin y a escasos kilómetros de la costa
Adriática, Dionisio I de Siracusa fundó la colonia de Lisos. Unos
años más tarde el rey ilirio Gentius estableció aquí su
residencia y fortaleza. Desde este cuartel general, y aliado con
Perseo de Macedonia, organizó sus ejércitos contra Roma.
Conquistada por las legiones, la colonia cambió su estatus a
municipio. Transcurridos dieciséis siglos de aquello, Lezhë fue el
centro neurálgico de la federación tribal que fundó (y dirigió)
Skanderbeg junto a otros líderes albaneses– la Liga de Lezhë –
para competir con la República de Venecia y oponerse al turco. Los
venecianos, que también ejercieron su dominio sobre ella, la
llamaron Alessio y tras la muerte de Skanderbeg fue anexionada por
los otomanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario