Aeropuertos y estaciones , concebidos y diseñados como no lugares. Lugares malditos, pero necesarios, abismos que se tragan el tiempo. En demasiadas ocasiones llenamos nuestras vidas con esperas estériles e intrascendentes.
El escritor austríaco Gustav Meyrink, autor de El Golem (1915) un clásico de la literatura fantástica, escribió sobre la vida y las esperas en un relato corto titulado Vampiros ladrones de tiempo.
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