SOÑAR CON MARTE

Ray Bradbury y Carl Sagan me enseñaron a soñar con Marte. Leo lo que escriben, oigo sus palabras, cierro los ojos, imagino, sueño y algunas noches, consigo viajar a Marte. 

 

 

Infancia nunca perdida. Los juguetes de nuestra niñez nos invitaron a viajar y a vivir aventuras imposibles.  

 

 

 

 

Welcome - Dobrodosli - Willkommen - Bienvenidos a la base Andrómeda. Esperemos que su estancia entre nosotros sea satisfactoria. En la base Andrómeda pase mis primeras semanas en el espacio exterior. Llevo varios años deseando volver. 

 

 

 

Fue Bradbury corresponsal en Marte. Sabemos muchas cosas del Planeta Rojo gracias a sus escritos.  

 

 

 

Afuera, brillaba el inmenso cielo azul de Marte, caluroso y tranquilo como las aguas cálidas y profundas de un océano. (Crónicas marcianas).

 

Carl Sagan es el compañero perfecto para viajar por el Cosmos.  

 

 

 

Desde el alba de los tiempos los seres humanos han deseado comprender. En demasiadas ocasiones han confundido comprender con poseer (y conquistar). (Ilustración Alpha Cosmos, de Azpiri).  

Todo es silencio y soledad. Ríos ferrosos , mares insalubres, y una dura roca roja. Las formas de vida se vieron obligadas a evolucionar de otra manera. ¿Pudo el silicio sustituir al carbono?.

 

 

 
Siempre se ha dicho que conducir por los gigantescos desiertos azules es un trabajo para hombres curtidos. Sin embargo es ella la que más kilómetros en solitario ha recorrido. Y nunca ha dejado de cumplir con una entrega.

 

 

 

Atardecer en las agradables orillas de los canales de Marte. Todo invita al descanso y a la contemplación.