Yerry llegó a este mundo, a nuestro mundo, de forma totalmente imprevista. Durante cinco años y medio llenó nuestro hogar de felicidad. Su compañía fue en muchas ocasiones un bálsamo para el estrés cotidiano.
Yerry se hizo famosa por su grito de guerra. Inolvidable y eterno en la memoria de la familia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario