martes, 7 de febrero de 2023

EL TRIUNFO DE LA MUERTE DE OTTO DIX.

 


El siglo XX se empeñó en resucitar el Medievo, aquel Medievo deformado y despreciado por humanistas e ilustrados, aquella Edad Oscura (más literaria que real) de hambrunas, peste, sufrimiento, destrucción y guerra. Dos guerras mundiales arrasaron la moderna, industrializada y culta Europa, dejando un paisaje desolador, un continente roto y una población que tenía que hacer grandes esfuerzos por mantener un poco de esperanza en sus corazones. Otto Dix sufrió en sus propias carnes la brutalidad de la Gran Guerra y el desprecio del régimen nacionalsocialista, vio el horro de cerca y miró al miedo a la cara. Para él la guerra no es un relato de hazañas y aventuras, ni es motivo de gloria, los que marchan al frente portando armas no son héroes, sino víctimas. En 1934 Dix no veía una Alemania fuerte y poderosa, al contrario, observaba un nación deprimida y al borde del abismo. Inspirado en Peter Brueghel, en el Triunfo de la Muerte recrea las verdaderas e incuestionables consecuencias de la guerra; soldados sin enemigos, mutilados en las trincheras, deformidad y hambruna, prostitución como forma de supervivencia, desesperación y tristeza, y por encima de todos ellos se alza triunfante, con su guadaña, la Muerte.

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