jueves, 17 de junio de 2021

SANTO DOMINGO DE LA CALZADA, LA COMPOSTELA RIOJANA.

 


La mañana se presenta húmeda y por un camino de toboganes, entre trigales y humedales avanzamos. Desde la lejanía vemos surgir de entre la niebla la ciudad del santo que construía puentes. Una ciudad jacobea con solera. El espíritu inquebrantable de Domingo abrió el camino a miles de peregrinos. La ciudad recuerda al santo y al gallo de la famosa (y repetida) leyenda en cada esquina. Una villa de trazado jacobea, esencia medieval y fachada barroca (palacios y casonas blasonadas). Mucho dinero tenía que correr por estas calles en sus momentos de mayor esplendor. La catedral desarrolló su monumentalidad alrededor de la tumba del santo ponteador.




La ciudad del santo caminero y ponteador, desde su fundación, se encuentra íntima e imprescindiblemente ligada al Camino de Santiago, la milenaria Ruta Xacobea. El paso por estas calles de miles (millones tal vez) de peregrinos, ha configurado la esencia y la fisonomia de la ciudad, además de llenar sus rincones de leyendas y tradiciones.



En el siglo IX el eremita Domingo (1019 – 1109) se retiró al río Oja para vivir apartado (a imitación de Cristo) y ayudar a los peregrinos que se dirigían a Compostela. Domingo dio forma a un pequeño pueblo alrededor de tres elementos esenciales: una ermita, un puente y un hospital para peregrino. A su muerte fue enterrado aquí mismo y alrededor de su tumba, hacia el año 1120, comenzó el asentamiento de población y la construcción de edificios, surgiendo un burgo. En 1232, el modesto burgo, fue elevado a la categoría de diócesis episcopal, pasando en 1250 de manos del abad, a la jurisdicción del rey.

El camino, ruta milenaria, ya pasaba por aquí cuando la población ni siquiera existía. Sólo había un bosque de encinas. En su afán por ayudar a los peregrinos que marchaban hacia Compostela, Domingo decidió marcar un camino hacia un pequeño templo donde poder orar, un hospital y un robusto puente para cruzar el caudaloso río Oja. Sobre su tumba se conserva una reliquia, una hoz que fue empleada por el santo para cortar las encinas. Actualmente la ciudad sigue volcada con los peregrinos que llegan a millares cada año.



Alfonso VIII, el futuro vencedor de las Navas, le concedió fueros en 1187 y 1207 para potenciar su crecimiento. Durante los siglos XIV y XV se construye la muralla. En el XVIII se lleva a cabo una profunda remodelación de la ciudad con el traslado del centro neurálgico de la plaza del Santo a la cercana Plaza Mayor con el edificio del Corregimiento y el Ayuntamiento. Este cambio marca el paso de la Edad Media a la consolidación del Antiguo Régimen (y al reformismo borbónico que trajo bajo el brazo el Duque de Anjou, Felipe V). La Plaza del Santo sigue concentrando la vida religiosa de la villa y nunca ha dejado de ser el lugar donde todos los caminantes detienen sus pasos. En esta plaza se levanta la torre exenta en el espacio que ocupaba hasta entonces la cárcel, ahora trasladada al edificio del Corregimiento.

En el siglo XIX, y con la construcción del Estado Liberal, Santo Domingo de la Calzada se convierte, con la creación de la provincia de Logroño, en cabecera de comarca y partido judicial. En 1973, su caso antiguo fue declarado Conjunto de Interés Histórico Artístico.



La ruta ya pasaba por aquí cuando la población ni siguiera existía, únicamente había un bosque de encinas al que se retiró un ermitaño de nombre Domingo. En su afán por ayudar a los centenares de peregrinos, que de forma ininterrumpida, caminaban hacia la tumba del Apóstol Santiago, decidió marcar un camino hacia un modesto templo en el que orar, un hospital donde reposar y un puente para atravesar el caudaloso río Oja. Sobre la tumba de Santo Domingo se conserva como reliquia una hoz, que según cuentan, fue empleada por el santo para talar las encinas. La ciudad sigue hoy día volcada en el Camino, y son millones de peregrinos los que han pasado por esta tierra, y absolutamente todos encuentran en Santo Domingo una ciudad preparadas para recibirlos.

Plano Urbano. Edificios destacados.


Por nombre, fundación, función y estructura viaria, Santo Domingo de la Calzada es una ciudad inextricablemente vinculada al Camino de Santiago. La Calle Mayor es el propio camino y además articula todo el trazado urbano.



Calle Mayor. Los peregrinos atraviesan la ciudad por la Calle Mayor, la vía más importante de Santo Domingo. La urbe se articula en torno a este eje vital.



Catedral. Auténtica joya de la arquitectura y la escultura. Es además la tumba del Santo y un lugar de peregrinación dentro de un Camino de Peregrinación. Visitarla es obligación de todos los peregrinos. ¡Cuanto le debemos a este santo ingeniero!.


Plaza del Santo. Nos encontramos en uno de los espacios más importantes de la ciudad, pues a ella abren sus puertas algunos de los edificios más destacados.

Plaza de España. En el siglo XVIII las tradicionales funciones que desempeñaba la plaza del Santo fueron mudadas a la Plaza de España.



Torre exenta. La torre barroca de la catedral se encuentra separada del resto del conjunto catedralicio (como sucede en la Toscana italiana).


Hospital de Peregrinos. También en la Plaza del Santo se hace presente el antiguo Hospital de Peregrinos del siglo XIV. Teniendo en cuenta el tamaño y número de hospitales, podemos hacernos una idea de la dimensión real de las peregrinaciones durante la Edad Media. Actualmente también recibe huéspedes, es un Parador de Turismo.


Casa de la Cofradía del Santo y albergue de peregrinos. Sede de la más antigua cofradía de ayuda (y socorro) al peregrino de todo el Camino, fundada por Santo Domingo en el siglo XI. Cuenta con museo propio y es un reputado albergue xacobeo.

Convento de San Francisco de estilo herreriano. Las obras se iniciaron en 1512 y continuaron hasta el siglo XVIII.



Abadía Cisterciense de Nuestra Señora de la Anunciación. Una abadía del Císter que conserva un retablo barroco. Siglo XVII. Acoge a monjas del Císter trasladadas desde el Real Monasterio de Abia de las Torres (Palencia) en 1610, por decisión del Obispo de Calahorra y La Calzada, Pedro Manso de Zúñiga, fundador de este monasterio.

Existen también en la ciudad numerosas casas nobles, que atestiguan el rico pasado de la localidad. En la Casa de Trastamara vivió y murió Enrique II de Castilla, es el edificio más antiguo de la ciudad y actualmente alberga la Biblioteca.

En la Casa del Marques de la Ensenada del siglo XVIII, destacan dos escudos en alabastro, el de la derecha es el del Marqués de la Ensenada, célebre político riojano nacido en el año 1702 en Hervías.

Torres. Se conservan doce torreones, paños de murallas y varias puertas. También un tramo de la primitiva muralla levantada en el siglo XIII.



Puente sobre el río Oja que da nombre a la región, la Rioja. Este puente se levantó en el mismo lugar donde Domingo construyó un puente en el siglo XI.

Durante el mes de mayo se celebran las Fiestas del Santo. Las fiestas arrancan en abril, Sale la Gaita con el tamboril. Se anota con una pluma de ave y tinta el nombre de las mozas que llevarán el Pan del Santo. Los Cofrades del Santo pintarán con las plumas la cara de las mozas.

El día del Reparto del pan del Santo las doncellas reparten los molletes por los hogares de Santo Domingo y pueblos de la Comarca y en las Vueltas del Santo un pregonero tocando el tambor recorre las calles antiguas de la ciudad rememorando al Santo en busca de peregrinos. Las fiestas concluyen con la Procesión de las Doncellas, que portan el pan en un cestillo sobre sus cabezas, vestidas de blanco y cubiertas con un tul su rostro, acompañadas por gaitas, danzadores y caballerías, y con la Procesión del Santo. El último día se organiza el almuerzo del Santo y se reparte un guiso de garbanzos con carne de carnero, pan y vino.



Santo Domingo de la Calzada es una ciudad de leyendas. La más conocida es la del Gallo y la Gallina, pero también se cuenta la leyenda de la Rueda y el milagro de la Hoz. Como recuerdo de la leyenda del Gallo y la Gallina existe un gallinero en el interior de la Catedral de Santo Domingo.

Los protagonistas de este leyenda son un matrimonio alemán y su joven hijo, que juntos se dirigen en santa peregrinación a Santiago de Compostela. Al llegar a Santo Domingo deciden hospedarse en un mesón. La hija del mesonero se encapricha (o se enamora) del mocetón alemán y al no ser correspondida por el teuton, decide, con el orgullo herido, vengarse del joven. A tal fin oculta una copa de plata en el equipaje del incauto muchacho y cuando la familia abandona la ciudad, lo denuncia a las autoridades. Al ser registrado, entre sus pertenencia aparece la copa, por lo que es acusado de robo y condenado a morir en la horca. Sus padres continuaron con su peregrinación y ya de vuelta comprueban que su hijo permanece colgado vivo porque Santo Domingo le sostiene desde abajo. Los esperanzados padres acuden al corregidor de la ciudad, pero éste totalmente incrédulo, comenta que el joven está tan vivo como un gallo y una gallina asados que en ese momento se dispone a comer. Al instante las dos aves recuperan la pluma y la vida, dando fe del portentoso milagro. De este milagro surge la voz popular Santo Domingo de la Calzada, donde cantó la gallina después de asada.

Desde el año 1993, Santo Domingo de la Calzada está hermanado con la ciudad alemana de Winnenden, con la que les une esta leyenda. En Winneden existe un retablo en el que aparece tallado en madera el milagro del peregrino injustamente ahorcado y que la tradición sitúa en Santo Domingo de la Calzada.

El Puente construido por el Santo parece haber sido también escenario de la leyenda de la rueda. Un peregrino de dormía en la entrada del puente, fue atropellado por un carro cargado de piedras arrastrado por un par de novillos que se habían descarriado. El santo intervino para devolverle a la vida.



Otro famoso milagro del Santo de la Calzada es el milagro de la hoz, que se encuentra sobre su tumba y con la que fue capaz de talar todo un bosque de encinas. Domingo propuso a los habitantes del lugar, que le permitiesen cortar sólo los árboles que pudiera usando una simple hoz de segar trigo, los lugareños se lo permitieron divertidos, hasta que comprobaron con sus propios ojos la facilidad con la que esa milagrosa hoz talaba todo tipo de árboles. En el mes de Agosto se celebra en la localidad la representación teatral de Los Milagros del Santo.



El carácter calceatense es el resultado de la herencia de un dilatado pasado medieval, de leyendas y de tradiciones, y del paso (continuo) de millones de personas de diferentes nacionalidades que atraviesan estas tierras camina de Compostela.


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