domingo, 9 de mayo de 2021

REDECILLA DEL CAMINO.


Redecilla del Camino, con apenas un centenar de habitantes, es la primera población en el trazado del Camino de Santiago en la provincia de Burgos, una vez abandonada La Rioja. Se trata de la Radicella del Códex Calixtino, un ejemplo típico de urbanismo jacobeo. El rollo jurisdiccional marca el inicio de la Calle Real que coincide, en lo básico, con el Camino de Santiago.


Este pueblo simpático, de nombre inequívocamente jacobeo, el Radicellas del Códice Calixtino, resume en cierto modo la problemática del actual Camino: la transformación de la vía, del caserío, del paisaje en general ha borrado toda fuente evocadora.

Juan Pedro Morin Bentejac y Jaime Cobreros Aguirre.

El Camino Iniciatico de Santiago.


La Calle Mayor, en sentido este oeste, acompaña al peregrino en su travesía de Redecilla. En la misma se muestra la arquitectura tradicional típica de la zona: mampostería en los primeros niveles y entramados de madera en los superiores.


Ya en la provincia de Burgos, el peregrino entra en tierras castellanoleonesas. La primera población que se alcanza es Redecilla del Camino, pueblo de larga tradición templaria acurrucado entre las riberas del Reláchigo y Zamaca. Los peregrinos cruzan el casco urbano a través de la rúa Mayor, a la que se asoman interesantes casas blasonadas. Ya no queda nada de su antiguo hospital medieval, pero sí vale la pena admirar la pila bautismal de la iglesia de la Virgen de la Calle, cuyo simbolismo hermético evoca la Jerusalén celestial.

El Camino de Santiago.

Rutas de España. Editorial Salvat.



La Iglesia de Nuestra Señora de la Calle, es un templo románico reconstruido entre los siglos XVII y XVIII, siguiendo los cánones estilísticos de la época. Cuenta con un bello conjunto de retablos y mobiliario rococó. La joya de la iglesia es una magnífica pila bautismal románica del siglo XII, en la que destaca su decoración escultórica que representa escenas hierosolimitanas. Es un curioso espacio en el que se fusiona la obra pétrea del románico con el mobiliario rococó, tan del gusto de la nobleza de fines del barroco.





La pila debe ser considerada de dentro a fuera: el que es iniciado a nueva vida mediante el bautismo, en su sentido primitivo, consciente, contemplará forzosamente el mundo con otra perspectiva, desde otro mundo, a través de marcos sacralizados. La materia, objeto de conocimiento, pasó a lugar de conocimiento, de ahí a medio de conocimiento. Volvemos a la asunción, a la identificación con el mundo, con el cosmos, paso previo a la identificacion suprema. A través de las múltiples ventanas y oculus, el iniciado dispone de una base de conocimiento total, de 360º. Es el nuevo asomarse al mundo, que se plantea de forma muy distinta a la anterior, porque el nuevo Hombre es totalmente distinto.

Esta pila es, como el atanor, el lugar de transformación del hombre, de interiorización previa de la mirada del que se asoma encima de la concha durante el rito tradicional purificador e iniciador.

Juan Pedro Morin Bentejac y Jaime Cobreros Aguirre.

El Camino Iniciatico de Santiago.


Una localidad ciertamente insignificante. No pudimos ver – iglesia cerrada – su celebrada pilar bautismal románica. Tanta publicidad para nada. Pisamos ya un a comarca (¿histórica o turística?) llamada Riojilla Burgalesa, un camino de baldosas amarillas.


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