sábado, 22 de mayo de 2021

IGLESIA DEL SANTO SEPULCRO DE TORRES DEL RÍO.

 


El templo se ubica en la parte baja de la villa y dado que no linda con ninguna plaza, el visitante se encuentra de bruces con este original edificio. Su singularidad reside en la planta octogonal, similar a la de Eunate (cerca de Puente la Reina) y el Santo Espíritu de Roncesvalles.

Su origen es motivo de intenso (e interesante) debate, aunque parece imponerse la idea de que fue edificada por la Orden del Santo Sepulcro en los últimos decenios del siglo XII. Su finalidad como cementerio convierte muy probablemente este templo en un sincero homenaje a la tumba de Cristo, el edificio circular del Santo Sepulcro de Jerusalén.

La Iglesia del Santo Sepulcro de Torres del Río posee una linterna de ocho lados y un torreón adosado. En la cúpula interior, los nervios se cruzan originando una estrella, influencia y recuerdo de las obras musulmanas de la Córdoba Califal. En el interior del templo podemos admirar una rica decoración en la zona de los capiteles y una talla del crucificado que data del siglo XIII.


Parece demostrable que en Torres hubo interés por evocar el Santo Sepulcro de Jerusalén, a cuya orden canonical perteneció el edificio. La bóveda de nervios de entrecruzamiento periférico, la superposición de cuerpos dotados de arquerías, el recurso a las celosías de piedra, los nombres de los apóstoles pintados en los nervios, el protagonismo de las columnas, son otras tantas particularidades que pueden encontrar justificación en la búsqueda de semejanzas lejanas con el gran edificio hierosolimitano. Su arquitecto siguió con rigor planteamientos geométricos basados en la combinación de formas sencillas (círculos, cuadrados, triángulos) tanto en planta como en alzado y contó con la colaboración de escultores locales y de otros procedentes de Armentia (Álava).

Javier Martínez de Aguirre

Iglesias y monasterios medievales en el Camino de Santiago a su paso por Navarra.


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