domingo, 31 de enero de 2021

OBANOS. LA VILLA DE LOS INFANZONES.



Obanos el lugar donde confluyen los caminos nos sabe a limonada fresca. Un último trago antes de alcanzar el Puente (de la Reina). En esta antigua villa, de hermosas casas de piedra, se representa cada verano por parte de sus vecinos el misterio de Obanos, una historia de peregrinos, muertes y santos. Se trata de una vivencia más de las muchas que siempre dejó el Camino a su paso.





Junto a la iglesia el frontón. En mis viajes he observado en más de una ocasión el frontón situado junto a la iglesia. Hoy me asalta la duda ¿estará relacionado el origen del frontón con la religión? ¿Cumplían los pelotaris primitivos funciones similares a los gladiadores que tomaban parte de los juegos funerarios?. Quizás todo es mucho más prosaico, y ambos espacios, iglesia y frontón, se sitúan juntos porque allí acude todo el pueblo los domingos y festivos. Supongo el mercado en la proximidad de este espacio.



Esencia medieval en Obanos.

Obanos era el lugar de reunión habitual de la Junta de los Infanzones, una institución medieval de origen popular, formada por miembros de las clases medias que intentaban controlar al monarca navarro e intentar frenar sus decisiones más autoritarias.(Una organización ciertamente interesante).



La plaza de los Fueros, desierta durante un tórrido mediodía estival, nos muestra todos sus encantos. Los espacios vacíos suelen ser ciertamente sugerentes, la mente juega a imaginar el lugar atestado de gente, con chiquillos vociferando y jugando, mientras sus madres se ponen al día, en algún cercano banco, de las cuitas y chismes locales. Aquí confluían los peregrinos que venían por las dos rutas, la francesa y la aragonesa, y continuaban todos juntos por el Camino que definió y diseñó el rey navarro Sancho III el Mayor.






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