La historia del húngaro Károly Takács no demuestra, una vez más, que deporte suele ser sinónimo de perfeccionamiento y superación personal. Takács nació en Budapest en 1910, ingresó en el ejército de su país y muy pronto destacó como gran tirador. En 1936 se celebraron los Juegos Olímpicos en la ciudad de Berlín, Takács era campeón en Hungría pero no acudió a la cita olímpica. El Comite Olímpico húngaro no permitía participar a los militares que no tuvieran el rango de oficial. Con 26 años Takács tan solo era sargento.
Poco antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial Károly Takács perdió la mano derecha durante unas maniobras, por el estallido de una granada. Pero Takács no se rindió, y en cuanto se recuperó empezó a entrenar con la mano izquierda. Pasada la contienda bélica se volvieron a celebrar unos Juegos Olímpicos, esta vez en Londres.
La capital inglesa fue testigo de como el excampeón diestro batía el récord mundial de pistola rápida disparando con la mano izquierda. Károly tenía 38 años y aún tuvo tiempo de llegar a la siguiente cita olímpica, Helsinki 1952, para volver a proclamarse campeón olímpico.
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