viernes, 3 de abril de 2020

BATEA, TIERRA DE VINOS.




Batea, ciudad medieval en la comarca vinícola de la Terra Alta (provincia de Tarragona). El elegante centro de Batea conserva porches, arcadas y edificios del período medieval. El río Algar delimita el término municipal con las tierras de Aragón. La Terra Alta, al SurOeste de Cataluña y la frontera de Aragón es una región típicamente mediterránea, característica principal de sus vinos.





La Carrer Major es la vía principal del caso urbano. Porches y arcadas del siglo XIV y una iglesia barroca. Los viñedos rodean la localidad.




La Celler Piñol elabora estupendos caldos a partir de la garnacha blanca: Mather Teresina. Además te ofrece un maravilloso alojamiento. Cuatro generaciones de bodegueros de la misma famila han hecho posible unos vinos ecológicos de alta gama y proyección internacional. La tradición vitivinícola en Cataluña es más antigua que su propia historia. Desde la temprana llegada de fenicios y griegos a sus costas, el vino es un elemento indispensable de la cultura catalana y mediterránea (en general). Garnacha blanca es la variedad más emblemática de Batea y prácticamente de toda la comarca.



Un paisaje que combina las agrestes Sierras y los Puertos con los llanos de cultivo de antigua estirpe mediterránea (viñas, olivos y almendros). Por aquí discurre el Camino del Ebro, que parte de la desembocadura y remota el río por el Valle hasta Logroño, donde enlaza con el Camino Francés (más conocido). Según la tradición Santiago recorría estas rutas cuando se la apareció la Virgen sobre el Pilar. El Camino del Ebro tiene una longitud aproximada de 400 kilómetros y sus principales hitos son: Delta del Ebro, Tortosa, Gandesa, Batea, Caspe, Zaragoza, Alagón, Tudela, Calahorra y finalmente Logroño.



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