miércoles, 12 de febrero de 2020

DE ZUBIRI A PAMPLONA. DE PUENTE A PUENTE Y TIRO PORQUE ME LLEVA LA CORRIENTE.




Mucho se ha hablado y se ha escrito de la estrecha vinculación entre el Camino de Santiago y el Juego de la Oca, una juego menos infantil (al menos en origen y significado) de lo que pudiese parecer en un principio. Pues bien, si hay una etapa de la Ruta Xacobea en que los puentes cobran un significado especial esta es una de ellas.

Abandonaremos la tranquila población de Zubiri cruzando el legendario puente de la Rabia y concluiremos, después de caminar unos 20 kilómetros, entrando en Pamplona a través del Puente de la Magdalena. Mas no serán los únicos puentes que encontraremos a lo largo de esta jornada, en la que abandonamos definitivamente la sugerente cordillera de los Pirineos para entrar de lleno en la cuenca de Pamplona.

Dejamos Zubiri cruzando el Puente de la Rabia, para enseguida ascender por una carretera hasta la fábrica de transformación de magnesita, que ha modelado el entorno. La cara B (la más fea) de la industrializción. Penetramos en un terreno devastado por la actividad industrial (fábricas con pinta de obsoletas) subida hasta Ilarratz y luego un continuo sube y baja hasta Larrasoaña. Segundo puente de la jornada.


Caminamos y caminamos, Akerreta, Zuriain, Zabaldika van quedando detrás, atravesamos campos insolados, cereales que duermen su vida al sol, avanzamos tragando kilómetros, y después de otro largo descenso encaramos el sugerente puente de Trinidad de Arre. De ahí a Villaba, a Burlada y por fin la capital del reino Pamplona, unos 4 kilómetros de recorrido plenamente urbano. El puente de la Magdalena nos espera para conducirnos hasta el interior de la primera gran ciudad del Camino Francés.


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