martes, 14 de enero de 2020

ANTIGUO EGIPTO: TIERRA DE FARAONES.




En las ardientes arenas regadas por el  Río Nilo se desarrolló a lo largo de más de tres mil años una civilización que siglos después todavía sigue fascinando a muchas personas. El río es la razón de ser del estado, el Nilo es Egipto y Egipto es el Nilo.

Conocí a un viajero de una antigua tierra
que me dijo: «Dos enormes piernas de piedra se yerguen
sin su tronco en el desierto. Junto a ellas,
semihundido en la arena, yace un rostro destrozado;

su ceño fruncido, la mueca de sus labios y su desdén de frío dominio
revelan que su escultor comprendió bien esas pasiones
que todavía sobreviven, grabadas en la materia inerte,
a la mano que se mofó de ellas y al corazón que las alimentó.

Y en el pedestal se leen estas palabras:
Mi nombre es Osimandias, rey de reyes:
¡Contemplad mis obras, oh poderosos, y desesperad!”.

No queda nada más. En torno a la decadencia
de aquellos colosales restos, infinitas y desnudas,
las solitarias y llanas arenas se extienden hasta el horizonte».
PERCY BYSSHE SHELLEY, «Ozymandias».


Desde la niñez siento una especial fascinación por el Antiguo Egipto, sus pirámides y sus momias, sus dioses, el gran Río Nilo, sus faraones y reinas, las leyendas y el inquietante Más Allá. Este es el inicio de un apasionante viaje por su Geografía, su Historia, las creencias y las Costumbres de sus gentes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario