martes, 24 de septiembre de 2019

ANTIGUA IGLESIA Y CEMENTERIO DE SANTIAGO.




La naturaleza concede un préstamo a la sociedad humana, en este caso la piedra. Con el tiempo siempre vuelve para reclamar lo que es suyo. Durante la mayor parte de la historia de la Humanidad, la piedra y la madera, han sido el material de construcción más utilizado (hasta la invención del acero y el hormigón industrial). Las piedras, no obstante, aunque pasen centurias, siguen conservando su alma.


Al borde del camino de Santiago, cerca de la hermosa población de Luarca, las piedras de la antigua Iglesia y Cementerio de Santiago, llevan desde la Edad Media viendo pasar peregrinos. Aunque son pocos los que detienen sus pasos para contemplar sus ruinas.



Al parecer existen referencias documentales desde el siglo X, durante el reinado de Fruela II. De origen altomedieval, muestra vestigios del prerrománico y el románico.


Después de la epidemia de gripe que coincidió con la Primera Guerra Mundial, el cementerio se vio colapsado, y en el año 1922 el párroco del lugar (con apoyo logístico de una familia aristocrática) consiguió trasladar la iglesia a otra ubicación.

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