Rodeada por blancas casas, la iglesia de San Pedro es un ejemplo de
protogótico pirenaico. No obstante, parado frente a ella poco
podemos intuir su origen medieval (siglo XIII). Su portada románica
y las arquivoltas es lo único que sobrevivió del Medievo. He leído
por ahí, pues no lo he visto con mis propios ojos, que posee un
crucifijo de época barroca muy venerado.
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