sábado, 1 de junio de 2019

RUINAS DE SANTO DOMINGO EN PONTEVEDRA.




Una cabecera con cinco ábsides del siglo XIV se mantiene en pie contra viento y marea en el centro de Pontevedra. Precioso ejemplo del gótico gallego. Lo que hoy podemos disfrutar es lo único que sobrevivió del complejo conventual.


Fue la mayor construcción de los hermanos dominicos en Galicia.


En el siglo XIX su estado de ruina era total y se salvó de la demolición final gracias a la acción de la Sociedad Arqueológica. Actualmente es una de las sedes del museo arqueológico de Pontevedra.


Paseando entre estos viejos muros la imaginación vuela y nos transporta a la Edad Media. En el espacio expositivo podemos ver algunas esculturas, sepulcros, laudas gremiales y labras heráldicas.


Escudo de Tristán de Montenegro, procedente de la Casa y Torre de los Montenegro en el campillo de Santa María (Pontevedra).


Un sepulcro perteneciente a la poderosa familia Soutomaior.


Escudo del Arzobispo de Santiago de Compostela Rafael Muzquiz de Aldunate Latorre.


Otro de los iconos de Pontevedra son las ruinas del convento de Santo Domingo, convertidas hoy en Museo Arqueológico. La epigrafía romana, los restos prehistóricos y medievales hallados en la ciudad y en toda la provincia han hallado acomodo dentro de las semiderruidas capillas góticas en las que aún yacen en sus sepulturas los Sotomayor, los Montenegro y otros maganates de la primera nobleza pontevedresa. De noche, la iluminación da al lugar un arie de misterio, produciendo un escalofrío de belleza y emoción histórica.
Viaje al Corazón de España.
Fernando García de Cortázar.


Y las piedras seguirán ahí, de píe, cuando nos hayamos ido.



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