miércoles, 26 de junio de 2019

MIDELT.




Las cumbres nevadas del Gran Atlas recortan el horizonte rompiendo la monotonía de un áspero paisaje marrón. Hombres curtidos en un medio hostil consiguen hacer habitable un suelo duro, rocoso, estéril.


A pesar de la dureza del entorno Midelt es conocida en todo Marruecos por su producción de manzanas. La carretera es la principal vía de comunicación en este entorno que aún causa momentos de ensoñación al urbanita hombre occidental. Un punto negativo; todo está lleno de basura, excesivamente sucio.


A 1500 metros de altitud, en medio de las elevadas cumbres del Atlas, entre las ciudades de Meknes (al Norte) y Errachidia (al Sur). En origen, Midelt estaba formada por pequeños grupos de casas fortificadas (kasbahs) construidas con adobe. La ciudad moderna fue construida cuando tropas francesas se establecieron aquí y abrieron la carretera que se dirige hacia el sur.


Dormimos en un camping de Midelt. Al caer la noche, con el cielo estrellado el Mueceín lama a la oración. Así suena una ciudad islámica.


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