Filipo deseaba saquear Metone y
Olinto y, mientras él estaba tratando de forzar un paso en el río
Sandanus, su ojo fue atravesado por una flecha desde el arco de un
determinado Olyntio llamado Aster, quien pronunció estas palabras:
Aster a Felipe, envía esa saeta
mortal.
Pero Filipo nadó de vuelta a sus
camaradas y se salvó, aunque perdió su ojo. Según Calístenes en
el tercer libro de su Historia macedonio.
Plutarco, Moralia.
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