domingo, 7 de abril de 2019

LAS PIEDRAS DE ERROLÁN.




La zona está llena de recuerdos megalíticos. Y la tradición vasca los ha convertido en objetos que atestiguan la presencia remota de los seres que conforman su más primitiva mitología. El Camino peregrino, que no la carretera que hoy suelen seguir los visitantes de aquellos lugares, al llegar al pueblo de Linzoain, toma la cuesta que conduce a los altos de Erro. Allí, precisamente, en las proximidades de donde el viejo camino peregrino vuelve a unirse a la moderna carretera, hay tumbadas en el suelo tres enormes piedras. La gente las llama Los Pasos de Roldán y, según la explicación popular, la más grande marca la longitud del paso del héroe, la mediana la de su mujer y la más pequeña la de su hijo.
Leyendas del Camino de Santiago. Juan G. Atienza.


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