Una de las etapas más bonitas de
todos los caminos, con dos subidas más exigentes de lo que aparece
en cualquier guía, en papel o en web. Con la costa siempre
presente, aunque no visualmente, atravesamos Cesante y Arcade, la
capital gallega de la Ostra. El lugar más bonito, sin duda,
Pontesampaio.
El perfil es muy sugerente, una
subida por medio del bosque desde la que se veía, escondida tras los
árboles, la impresionante ría de Vigo, para rápidamente descender
hasta tocar el mar con los pies. Entre Cesante y Arcade subimos una
montaña desde la que disfrutamos de una maravillosa vista panorámica
de la ría de Vigo.
Después de atravesar el Puente
Sampaio, una nueva subida, primero entre los hórreos y las casas de
piedra a través de estrechos callejones, y a continuación por un
tupido bosque.
Desde ahí una prolongada bajada y llaneo hasta entrar en Pontevedra. Un bocadillo de calamares y unos pimientos de Padrón la recompensa en casa Pepe.
Desde ahí una prolongada bajada y llaneo hasta entrar en Pontevedra. Un bocadillo de calamares y unos pimientos de Padrón la recompensa en casa Pepe.
El Camino de Santiago te lleva a
adquirir un profundo conocimiento sobre Galicia, sus paisajes, su
gente, su historia y sus formas de vida. Muy diversas e interesantes,
y a pesar de la diversidad comparten el mismo espíritu.
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