jueves, 4 de abril de 2019

BIZKARRETA.




Una villa ligada históricamente al transitado Camino de Santiago, aquí, como es lógico suponer, existía un hospital para peregrinos, del que aún se conservan algunos restos. 



Una sopa caliente y reparadora, y pan para recuperar fuerzas, en un bar de esos en que se reúnen los caminantes y se entremezclan con los parroquianos habituales. Antes de Roncesvalles, contaba con hospital para atender a los fatigados peregrinos.


Un cuadro con los hijos marchando del pueblo.


Bizkarreta se encuentra asentada sobre una suave colina a unos 790 metros de altitud, a 34 kilómetros de la capital Pamplona, a los pies de los montes Alduides, fue en su momento un Señorío de Realengo. El 16 de octubre de 1794 tuvo lugar la batalla de Bizkarreta que dejó más de 200 muertos y 700 prisioneros.


Vemos el caserío desde lejos mientras avanzamos con paso firme para enfrentarnos con el punto más duro de la jornada, el Alto de Erro, penetramos en él, y pasamos junto a la iglesia de San Pedro. Nubes y chubascos nos acompañan.


El típico baserri (caserío) del valle navarro con nombre propio.



Bizkarreta conserva, en gran medida, su estructura de pueblo calle, siendo patente, y notoria, la influencia atlántica, con casas exentas, de anchas fachadas, dos niveles de altura de tres huecos y tejados en hastial a dos aguas. Algunas fachadas presentan contrafuertes. La mayoría se corresponde a reedificaciones levantadas durante los siglos XVIII y XIX. Antes que Roncesvalles alcanzara todo su merecido esplendor, Bizkarreta era final de etapa en el Camino de Santiago.


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