lunes, 4 de marzo de 2019

TRABUCO DEL SIGLO XIII.




Al arte de la construcción militar se opone el arte del asedio. Ingenieros y militares de todos los tiempos han ideado máquinas para derribar torres, arrasar almenas y abrir brechas en las murallas. El trabuco – o trebuchet – es uno de los ingenios militares más eficientes de cuantos utilizados durante el Medievo.


El trabuco de contrapeso (como el expuesto en Trebuchet Park) fue inventado en el Oriente Mediterráneo durante la primera mitad del siglo XII. La construcción de este tipo de piezas fue consecuencia directa de la intensa actividad militar que se estaba produciendo en ese territorio en el que habían confluido diferentes tradiciones militares: la de Bizancio, la musulmana y la que traían los cruzados occidentales. Se estaba creando el caldo de cultivo necesario para que las piezas de artillería experimentasen su evolución definitiva.

Esta máquina funcionaba con el mismo principio que los ingenios de tracción, pero la fuerza humana había sido sustituida por una caja rellena de tierra, arena, piedra o plomo. Se buscaba obtener la mayor energía posible de la caída del contrapeso, al mismo tiempo que se ganaba en precisión. Suponía una notable respecto a las predecesoras, pues permitía disparar proyectiles más pesados, que llegaban a alcanzar la media tonelada, y a una distancia mayor.


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