martes, 5 de marzo de 2019

O PORRIÑO.




El arquitecto local Antonio Palacios Ramilo diseñó el sugerente ayuntamiento de Porriño a principios del siglo XX inspirado en los revivals románticos y nacionalistas decimonónicos. Un auténtico poema épico en piedra.







Arcos ojivales y vidrieras que juegan a idealizar el gótico burgués y urbano, almenas, adarves y torres que traen de vuelta la Edad Media, tan brillante como desconocida, caballeros hieráticos que duermen el sueño eterno de la piedra, bestias zoomorfas difíciles de identificar y el retrato inequívoco de un Santiago peregrino.





Bloques, cubos, atrios, escudos desblasonados y asimetría constructiva para un galimatías arquitectónico tan sugerente como difícil de interpretar. Hablando si rodeos ni tapujos una pequeña maravilla visual. Para mi gusto uno de los ayuntamientos más bonitos de toda España.




La Fonte de Cristo es otro de los elementos centrales de Porriño. Preciosa ejecución, rematada por un caballero de armadura que porta un escudo con el blasón de la ciudad.


El sabor de lo auténtico, el pan bien hecho y la empanada en su punto. Aún quedan tahonas de calidad y artesanos que hacen bien su trabajo en este mundo de locos que nos ha tocado vivir.






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