miércoles, 27 de marzo de 2019

MIGUEL CERULARIO.




La iglesia oriental, desde los inicios mismos del Cristianismo, fue la parte del imperio que más rápida e intensamente se cristianizó. Una iglesia más culta, y dinámica, en las provincias orientales se desarrolló la tradición bíblica, celebró los primeros concilios y se produjeron los más acalorados debates cristológicos. Ambas iglesias caminaron malamente unidas hasta que en 1054 el patriarca de Constantinopla, Miguel Cerulario, rompió con el papa de Roma. El Cisma de Oriente alumbró el nacimiento de la Iglesia Ortodoxa (la auténtica).

No hay comentarios:

Publicar un comentario