domingo, 10 de marzo de 2019

LA MÚSICA DEL CLASICISMO.




Se conoce como Clasicismo a una etapa de creación musical que se desarrolla entre 1750 y 1820, y que coincide en el tiempo con la Ilustración y el Neoclasicismo. Viena fue el centro motor del Clasicismo Musical. Tras grandes compositores dominaron este periodo, y los tres vivieron en Viena: Haydn, Mozart y Beethoven.

Entre el Barroco y el Romanticismo, esto es, la segunda mitad del siglo XVIII, hasta comienzos del siglo XIX, se desarrolla en Europa la época del clasicismo. Los ideales de la ilustración también influyeron en el mundo musical, y se concentraron en un música racional, es decir, lógica, de estructura formal, clara y comprensible.

La música del clasicismo tomó como objetivos la sencillez melódica (huyendo de los artificios del Barroco), la claridad, la proporción y la elegancia. Por otro lado perdió la afinidad que hasta entonces había mantenido con la arquitectura y buscó el paralelismo con el drama y la poesía.

Aunque durante el clasicismo los músicos continuaron componiendo misas y oratorios, tan del gusto barroco, se produjo un notable auge de la música instrumental. En esta época también se sentaron las bases para el posterior desarrollo de la ópera (debido a la relación que se establece entre la música y las formas dramáticas). Las principales formas musicales que se desarrollaron durante el clasicismo fueron la sonata, la sinfonía y el concierto.


En esta época convivieron tres gigantes de la historia de la música (y de la cultura europea en general) Franz Joseph Haydn que perfeccionó la sinfonía, Wolfgang Amaedus Mozart, auténtico prodigio de la creación musical, quien sintetiza la vivacidad de la tradición italiana y la fuerza dramática alemana y Ludwig van Beethoven, cuyas composiciones marcan la transición al Romanticismo.



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