martes, 12 de marzo de 2019

LA GUERRA DE SUCESIÓN ESPAÑOLA.




La guerra de Sucesión fue un conflicto armado en el que se vio involucrada la mayor parte de Europa. En esta guerra se enfrentaron las principales potencias del continente, y su resultado fue un nuevo sistema de equilibrio de poderes, donde Inglaterra quedaba situada en una posición ventajosa en detrimento de Francia.

Origen del conflicto. En el año 1700 muere el rey de España, Carlos II, sin descendencia. La situación despertó las aspiraciones al trono español de tres pretendientes:

José Fernando de Baviera, fallecido en 1699, fue elegido por Carlos II como heredero en primer lugar.

Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia, y además bisnieto de Felipe IV de España, que constaba como heredero del trono en el testamento de Carlos II.

El archiduque Carlos de Austria, de la Casa de Habsburgo, cuyos derechos dinásticos fueron defendidos por su padre, el emperador Leopoldo I de Austria, nieto de Felipe III de España.

Significado de la guerra. La guerra de Sucesión tuvo un doble significado, por un lado fue una guerra civil, pero por otro lado fue un conflicto internacional.

Fue una guerra civil porque se enfrentaron en España partidarios de Felipe de Borbón y partidarios del archiduque Carlos. Los territorios de la Corona de Castilla apoyaron a Felipe, mientras que la Corona de Aragón, apoyó a Carlos.

También fue un conflicto internacional, una guerra en Europa. El conflicto dinástico se extiende al continente europeo, y se convierte en una lucha por la hegemonía continental. En ese sentido Francia apoyará a Felipe, y Austria, Países Bajos en Inglaterra, al archiduque Carlos.


Desarrollo:
Carlos II falleció en noviembre de 1700 y en febrero de 1701 Felipe de Anjou entró en Madrid, siendo aclamado como Felipe V. De esta manera se instauraba la dinastía de Borbón en España.

El emperador Leopoldo I no aceptó el testamento de Carlos II y no reconoció al recién coronado rey. La Gran Alianza de la Haya, formada por Austria, Inglaterra, Países Bajos, Portugal y Saboya declaró la guerra a Luis XIV y a su nieto Felipe V.

En España, Cataluña, Aragón y Valencia se pusieron del lado del archiduque, mientras el resto de España se mantuvo fiel a Felipe V. En 1704 el archiduque Carlos lanzó un rápido ataque a Extremadura desde Lisboa, y al año siguiente ocupó Barcelona, donde fue proclamado rey.

En 1707 tuvo lugar la batalla de Almansa, en la que las tropas de Felipe V derrotaron a los austracistas. La victoria permitió ocupar Valencia y Aragón. En 1710 el archiduque Carlos toma Madrid y es proclamado rey como Carlos III. Dos meses después Felipe recuperó Madrid.

El conflicto transcurría sin un vencedor claro hasta 1711. En esta fecha el archiduque Carlos se convierte en emperador de Alemania, y sus aliados europeos, especialmente Inglaterra, deciden retirarse para evitar que Carlos acumulase un poder mayor. A partir de esta fecha, únicamente se mantuvo la resistencia en Cataluña hasta que las tropas borbónicas tomaron Barcelona el 11 de septiembre de 1714.

Consecuencias: La guerra se considera finalizada con la firma del tratado de Utrech, donde se toman las siguientes decisiones:
- Felipe de Borbón será reconocido como rey de España y reinará con el nombre de Felipe V.
- A cambio de este reconocimiento, España renuncia a Italia y a Flandes (Bélgica y Holanda).
- Como compensación Inglaterra toma posesión de Gibraltar y de Menorca.

A partir de estos momentos España deja de ser una potencia en Europa. Inglaterra se convertía en árbitro de la política continental junto a Francia y Austria.


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