martes, 5 de marzo de 2019

CAMINANDO POR LA SIERRA DE CAZORLA.




Una fina llovizna y una espesa niebla mojaron nuestras pisadas la primera mañana del (ya lejano) 2013. No hay forma mejor de empezar un año.


Desde un altozano, Cazorla sumida en tinieblas, se asemeja a un pueblo fantasma de novela gótica decimonónica.


La niebla lo envuelve todo, estilizados pinos y cipreses sobresalen de la ladera como etéreos pináculos góticos de una iglesia natural.


¿Un santuario de druidas?.


Ascendimos siguiendo el cauce del río Cerezuelo, el rocío de la mañana brilla en el musgo y los arbustos, conforme seguimos caminando las fauces nebulosas del bosque nos engullen. . . el Sol despareció del firmamento, árboles, niebla, alimañas y bárbaros se ciernen sobre nuestra exigua comitiva. . . aventura invernal en Sierra de Cazorla.


Y donde comienza el Ser Humano el mundo desaparece, cada mente es capaz de crear su realidad, la Humanidad inventa arquetipos para adaptarse a un medio hostil, la Naturaleza es hermosa y cruel, hay que vivirla, sentirla e intentar, a nuestra manera, formar parte de ella.
(Enero 2013).

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