lunes, 4 de febrero de 2019

BORNOS, PUERTA DE LA SIERRA DE CÁDIZ.



Un pequeño pueblo que sin estar en la montaña tiene todo el encanto de una localidad serrana. En realidad Bornos es la entrada de la Sierra de Cádiz e integra la sugestiva ruta de los pueblos blancos.


El Castillo-Palacio de los Ribera del siglo XVI, joya de la arquitectura civil andaluza del Renacimiento, es el edificio más destacado de Bornos.


Los árabes ya levantaron una torre fortificada que sería del origen del castillo-palacio. Alrededor de este espacio se desarrolló la localidad, conquistada por Alfonso X el Sabio en el siglo XIII.


En 1518 el adelantado mayor de Andalucía, Fadrique Enríquez de Ribera inició aquí en Bornos su peregrinación a Tierra Santa.


Inmensidad azul. Siempre el agua, el mar, el río, la lluvia, el estanque . . . las tranquilas y mansas aguas lacustres, tan diferentes de las embravecidas olas marinas.


El embalse de Bornos en la cuenca del río Guadalete un hermoso paraje, mitad natural, mitad artificial, silencio demoledor, únicamente roto por el suave crepitar de las aguas y por el sonido de cientos que pequeñas criaturas que reverberan en los bosques adyacentes, el chirriar de las cigarras, el sordo cantar de algunas aves, el gorjeo de los pájaros, el croac de alguna rana que pasa las horas al Sol . . . y la paz total y absoluta del inquebrantable espíritu humano.




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