THOMAS HOBBES.

El inglés Thomas Hobbes, autor de Leviatán, fue un pensador cuyas teorías políticas están vinculada con la Revolución inglesa que alumbró un nuevo sistema de gobierno: el Parlamentarismo. Aunque Hobbes era defensor de la monarquía absoluta.

Hobbes expone en Leviatán su teoría política del contrato social:

“Este contrato se produce como consecuencia del acuerdo de cada hombre con cada hombre, como si cada cual dijera a cada uno de los demás: autorizo y renuncio a mi derecho a gobernarme a mí mismo en favor de este hombre, o de esta asamblea a hombres, a condición de que tú, a tu vez, le cedas tu derecho y le autorices a actuar de la misma manera. Una vez hecho esto, la multitud, unida en una persona, se llama sociedad, civitas en latín. Y esta forma en que surge el gran Leviatán, o para hablar con más reverencia, el dios mortal al que debemos, bajo Dios inmortal, nuestra paz y defensa”.

Para Hobbes los seres humanos en el estado de naturaleza (anterior a la civilización) se encuentran en un estado permanente de todos contra todos. Esta situación supone inseguridad y amenaza constante, la imposibilidad de propiedad privada y la inexistencia de normas que sirvan para distinguir lo que está bien, de lo que está mal. Este estado de naturaleza salvaje es consecuencia de la propia esencia humana.

Las condiciones de inseguridad y el miedo a la muerte, el deseo de una vida cómoda y acabar con el estado de guerra permanente, inclinan al ser humano a la búsqueda de la paz. Y para superar ese estado de guerra y alcanzar la paz, los individuos deciden realizar un pacto o contrato social. Mediante este pacto social los individuos deciden renunciar a sus derechos individuales y cederlos al soberano, que garantiza la paz y hace cumplir a todos los integrantes el pacto establecido.

En resumen, los individuos quedan sometidos al poder absoluto del Estado, convirtiéndose en súbditos de quien ejerce ese poder. De esta manera se conforma la sociedad civil y el Leviatán, que simboliza el poder absoluto del estado.