A mediados del siglo XVII tiene
lugar en Inglaterra un ciclo revolucionario que tuvo como
consecuencia el final de la monarquía absoluta y el origen de una
monarquía parlamentaria. A partir de esta revolución, el rey de
Inglaterra, quedaba sometido a las leyes del Parlamento. Asistimos
por primera vez a la separación de poderes. El pensador John Locke
fue el principal defensor del parlamentarismo.
En Inglaterra (Reino Unido a
partir de 1707 con la firma del Acta de Unión) el absolutismo
monárquico fue un fracaso. El monarca Carlos I quiso gobernar sin
tener en cuenta al Parlamento y la burguesía aprovechó para, con el
apoyo de algunos sectores populares y levantiscos, radicalizar la
oposición política. En este contexto se desencadenó la Primera
Revolución Inglesa y en el año 1642 estalló un guerra civil entre
realistas y parlamentarios. El rey Carlos fue derrotado y ejecutado
por traición.
Tras la disolución de la
monarquía se instauró un república en Inglaterra que sería
dirigida por Oliver Cromwell. Tras once años de gobierno republicano
las aguas tornaron a su cauce y la monarquía fue restaurada en 1660
en la persona del rey Carlos II, que fue sucedido por Jacobo II. Este
último monarca era católico practicante y puso en marcha una
política absolutista, un hecho que provocó que gran parte de sus
súbditos ofrecieran la corona a su hija María, casada con Guillermo
de Orange, ambos protestantes.
En 1688 estalló la segunda y
definitiva Revolución Inglesa, conocida como la “Gloriosa” que
concluyó cuando los monarcas Guillermo y María juraron la
Declaración de Derechos (1969), un solemne acto que los convirtió
en monarcas parlamentarios (y de paso salvaban a la propia
institución monárquica), de manera que se comprometían a gobernar
de acuerdo con lo establecido por el Parlamento. La ley se colocaba
así por encima del rey. Por otro lado un sistema económico liberal
se irán imponiendo en las Islas.
En el sistema parlamentario
inglés el rey desempeña el poder ejecutivo y comparte con el
parlamento el poder legislativo. El Parlamento que ejerce el poder
legislativo está formado por la cámara de los lores y la cámara de
los comunes. La cámara de los lores está formada por nobles y la
cámara de los comunes por ciudadanos elegidos mediante sufragio
censitario (únicamente pueden votar los más ricos). Además de todo
esto, el sistema parlamentario desarrolla derechos y libertades
individuales y un liberalismo económico.
Desde los primeros momentos en el
Parlamento inglés se fueron configurando dos tendencias; los tories,
partidarios de defender los privilegios reales (que con el tiempo se
convertirían en el partido conservador) y los whigs, que defendían
la supremacía del Parlamento sobre los reyes (y que evolucionaría
hacia el partido liberal).
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