sábado, 5 de enero de 2019

JUSTIFICACIÓN DE LA SOCIEDAD ESTAMENTAL.




Desde Adalberón de Laón y Gerardo de Cambrai en la Edad Media, muchos intelectuales (más o menos vinculados al poder) han justificado la existencia de privilegiados y de no privilegiados, legitimando una sociedad tremendamente desigual.

“Es necesario que haya orden en todas las cosas (…), es imprescindible que unos ordenen y otros obedezcan. Los que mandan tienen varios niveles: los soberanos señores dirigen a todos los de su Estado, dirigiendo su dominio de los grandes, los grandes a los mediocres, los mediocres a los pequeños y los pequeños al pueblo (…). Unos están dedicados al servicio de Dios; los otros a conservar el Estado por medio de las armas, otros a alimentarlo y a mantenerlo mediante los ejercicios de la paz. Esas son nuestras tres órdenes de Francia”.
Charles Loyseau, Tratado de órdenes y simples dignidades, 1610.

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