Los caballos que nacen libres en
tierras de Lusitania, son muy difíciles de capturar, pero merece la
pena el esfuerzo, no existen en toda Iberia caballos semejantes, en
velocidad y bravura. Cuentan que en un promontorio cercano a Olisipo
(la actual Lisboa), las yeguas pacen libres por las verdes praderas y
que es el propio viento Céfiro quién se encarga de fecundarlas,
dando a luz a estos extraordinario caballos. Un ejército montado en
estos caballos sería prácticamente invencible.
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