domingo, 23 de diciembre de 2018

RECAREDO.



A la muerte de Leovigildo (padre y antecesor) el nuevo rey visigodo Recaredo tuvo que aceptar un hecho concreto; la mayoría de la población hispana era católica. El monarca afrontó el problema con valentía y le dio una solución definitiva, el bautismo. 

En enero de 587 anunció que abandonaba el arrianismo y que toda su familia abrazaría una nueva religión, el catolicismo. Durante los dos años siguientes Recaredo tuvo que frenar al menos cuatro conspiraciones urdidas contra su persona. Algunas planificadas por obispos aparentemente conversos al catolicismo. 

Finalmente en el año 589 pudo celebrar el III Concilio de Toledo donde abjuró oficialmente del arrianismo. Esta decisión acercó la monarquía goda al pueblo. Recaredo supo demostrar un talante conciliador proporcionando a su reino una época de paz y de desarrollo, uno de los momentos cumbres de toda la historia visigoda. No tuvo, sin embargo, una vida larga, Recaredo moría por causas naturales a la edad de 40 años. 

Alguien tenía que hacerlo. Teodosio se agarró a un clavo ardiendo para salvaguardar la unidad de su imperio. Recaredo se bautizó para que su reino pudiese seguir siéndolo. 


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