Hace unos 600 años se practicaban disecciones en la Universidad de Bolonia, la más antigua de Occidente. El cuerpo, de un criminal ejecutado, es examinado por un grupo de estudiantes. Un asistente espera con un cubo para llevarse las partes diseccionadas.
En aquellos días, los cuerpos no podían ser preservados, así que la disección tenía que comenzar forzosamente por aquellas partes que comenzaban antes el proceso de descomposición. Nos referimos al abdomen. A continuación el pecho y el cuello y finalmente los músculos y los huesos de las extremidades.
La disecciones seguían los principios establecidos por el italiano Mondino de Luzzi en un manual práctico publicado en el año 1326. Mondino comenzó a enseñar anatomía y disección humana en la Universidad de Bolonia al darse cuenta que para comprender el cuerpo era necesario conocer su estructura.
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