lunes, 3 de diciembre de 2018

ALONSO GONZÁLEZ DE VALDERRABANOS.




Hubo un tiempo en que los hombres de la iglesia eran personas destacadas en su ciudad, vinculadas al poder y miembros activos de las cortes regias. Alonso González de Valderrabanos, perteneciente a una familia de la nobleza abulense fue dean de la Catedral de Ávila, la primera dignidad del cabildo catedralicio. Su sepulcro se encuentra en la capilla de San Ildefonso situado en la catedral de la ciudad. Unos extraños hombres peludos sujetan el blasón familiar. 



El yacente, tallado en alabastro (y atribuido a Juan Guas), aparece dormido y vestido con ropajes eclesiásticos. Sujeta un libro con las manos símbolo de la salvación. A los pies el típico perro, una metáfora de la fidelidad. Junto a él recibió sepultura su barragana, una entregada mujer que logró hacer más llevaderos su desvelos.

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